LA ENERGIA QUE NOS CONECTA
“SANO YO Y SANA MI ANIMAL”
Gracias a la teoría de Einstein, E=MC² la energía que nos conecta equivale a la materia multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado) se puede explicar que la energía y la materia son la misma sustancia diferenciada únicamente por su tasa de vibración.
Ambas, materia y energía viven en una danza eterna de transformación: la energía se incorpora en la materia y la materia vuelve a liberarse en forma de energía.
Así llegamos a lo que se sabe hoy en día, la tierra vibra y emite una frecuencia energética, ya sea que hablemos de piedras, árboles, animales, humanos o la tierra misma (materia y energía interactuando infinitamente).
La energía y la materia se expresan a lo largo de un continuo electromagnético (energía electromagnética que late, vibra y se envía al exterior constantemente, funcionando como un imán. Envía energía y la atrae de vuelta).
En los libros de texto generalmente se define a la energía como una fuente de poder que se puede utilizar para realizar un trabajo, lograr un objetivo o crear un efecto determinado.
Y podemos ir un poco más allá para explicarlo como “información que vibra”.
Científicamente se ha demostrado que todo es energía que contiene información, datos que dicen si un átomo debería ocupar un riñón o cumplir alguna función.
La energía física está estructurada por una serie de ordenes sobre el funcionamiento de las cosas que dictaminan, por ejemplo, que el agua debe permanecer dentro de la taza en lugar de salir volando por el espacio.
Además de estar informada, la energía también vibra. Y además lo hace a su propia y especifica velocidad.
Una célula del cerebro se mueve de una manera distinta a la de una célula del cabello. Los organismos que se comportan con la misma actitud vibran de manera similar, pero cada unidad individual difiere ligeramente de su grupo hermano. De esta manera podemos decir que toda la vida está hecha de información y vibración.
A través de la física cuántica con sus reglas se demuestra que, aunque no puede verse la energía y sus estructuras, si se puede demostrar su existencia. Lo cierto es que sabemos que la energía existe porque podemos percibir sus efectos.
Estamos formados por energía y así, todo lo que hay en el mundo lo podemos definir como información que vibra y que se puede expresar en forma de patrones, sonido, piel, pensamientos o incluso el café de la mañana, pero todo es energía. No podemos ver los patrones sutiles de la piel ni la forma de nuestras palabras, pero, no obstante, se encuentran ahí. Aunque todo esto resulte imperceptible para los cinco sentidos, su existencia es indudable.
La ciencia ha documentado que los órganos, las emociones, los pensamientos, las palabras, etc. tienen energía vibracional. Entonces si tu energía interactúa junto con tus pensamientos, emociones y la materia, esas vibraciones van a atraer magnéticamente el mismo tipo de energía hacia vos. Por ejemplo, la tristeza atrae tristeza, el enojo conecta con enojo, el miedo con miedo, el amor con amor, etc. Y estos campos energéticos se combinan magnéticamente y se agrandan.
Cuando comienzan a generarse desequilibrios energéticos, transcriptos a nivel emocional, mental y físico es cuando podemos decir que ese mundo invisible de átomos vibrando comienzan a moldear las circunstancias de nuestras vidas. Y estas circunstancias quedan plasmadas en nuestras memorias bioenergéticas. Siendo mapas que se pueden leer y desbloquear.
¿Como relacionamos todo lo dicho a la frase
“SANO YO Y SANA MI ANIMAL”?
La energía es la que determina nuestra realidad, nuestra interacción con el medio que nos rodea y por lo tanto nuestra relación con nuestros compañeros animales.
LA ENERGIA QUE NOS CONECTA
Debes saber que la energía que emitís se conecta magnéticamente con nuestros compañeros animales y viceversa. Por eso hablamos de LA ENERGIA QUE NOS CONECTA.
Algo tan simple como tus palabras afectan su energía. Además, pueden leerte a nivel físico por tus posturas, por ejemplo, emocional y químico por lo cual no se les escapa nada y resulta difícil ocultarles algo.
Incluso si no lo decís en voz alta, tu gato, perro, caballo, hámster, gallina, etc. Va a darse cuenta igual de lo que sucede.
Si tu animal de compañía vive en un ambiente en donde hay mucho estrés, enojo, tristeza, tensiones, drama, etc., todo influirá en él e impactara no solo en su energía sino también en su salud y bienestar.
Entonces deberíamos partir desde este punto. Nuestro compañero animal no sanara hasta que nosotros lo hagamos primero.
Es necesario tener una visión holística a la hora de querer mejorar la situación de nuestra mascota, es necesario partir desde la raíz, desde lo más pequeño para poder brindarle una sanación completa a nuestros compañeros animales. Y en la mayoría de las veces esto incluye comenzar por nosotros.
Con todo mi cariño
Silvana Formasier Dupuy
Terapeuta Bioenergética Inter especies